Peligro: derrumbamiento.
Cuando te des cuenta de que me he ido será demasiado tarde y, tal vez, te importe demasiado poco. Me hiciste ver el cielo en muchos sentidos y el infierno en muchos otros. Fuiste mi norte y mi sur, me rompiste la brújula y ocultaste el tesoro. Sigo buscándolo, ¿sabes? Pero tengo asumido que no lo encontraré. Que mi corazón, como el de Davi Jones, ya no está en mi pecho. Tienes el cofre, la llave y la daga que lo ha atravesado. Me has matado y he resucitado al tercer día, como en las escrituras, pero siendo otra persona más libre, más rota, menos tuya y más suya. Una persona nueva y a la vez ruinosa. No pasa nada, ya iniciaremos nueva obra.