RECUERDOS


Imágenes de hechos o situaciones pasados que quedan en la mente.

La vida da, para bien o para mal, aunque no quieras recibir. El truco está en saber enfrentarse a ello y aprovecharlo como una lección.

- Nunca se deja de aprender, Carlota - le había dicho su padre en multitud de ocasiones y ahora sabía que tenía razón.

Carlota tenía veinticinco años cuando un accidente de coche le arrebató al hombre que le había dado más que la vida.  Hija de padre soltero, pues su madre los había abandonado cuando ella era apenas un bebé, sin hermanos ni primos, Carlota se había quedado sola y hundida. Dejó de salir con sus amigos, se había olvidado hasta de que tenía novio, ya no sabía lo que era una sonrisa y respirar era lo único que le recordaba que era humana. La vida se le hacía demasiado pesada y el día a día era un  campo de minas lleno de explosiones. El levantarse cada mañana y cumplir con sus obligaciones se había convertido en un movimiento programado que realizaba como una autómata.

Los recuerdos no viven en ese pozo en el que te has
 instaurado, están en las sonrisas, los lugares, el aire…
están en la vida.
-  Carlota, si tú no intentas salir del pozo nadie va a poder ayudarte… - le dijo un buen día Emma, la única amiga que le quedaba.

- Tal vez no quiera salir del pozo… Tal vez el pozo esté lleno de recuerdos felices y quiera vivir en él para siempre.

- Sí, es probable, pero si te estancas en el pasado jamás podrás ver lo que te depara el futuro. Nunca se deja de aprender, ¿recuerdas? Cada vivencia, cada disgusto, cada sonrisa o cada lágrima son, de una forma u otra, lecciones. Tú eliges como sobrellevarlas. Es normal que estés triste, pero no puedes permitir que la melancolía consuma tu vida. Tu padre hubiese querido que siguieses aprendiendo. Los recuerdos no viven en ese pozo en el que te has instaurado, están en las sonrisas, los lugares, el aire… están en la vida. Solo viviendo puedes recordar, porque solo viviendo puedes crear recuerdos. 


Comentarios

  1. Un canto a la vida! Me ha gustado mucho por la expresión de la elección vital que hace la protagonista destruida por la pérdida.

    Enhorabuena!
    M Victoria L.Almansa Pimentel

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Me ha costado

Arena.

Carta al cielo.