NOSTALGIA
Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida.
Yo no tengo miedo a morir. Cuando
haya muerto ya no sentiré nada, bueno o malo, todo habrá desaparecido. En
cambio, si te pierdo a ti… Si te pierdo a ti, mi querida Laura… No puedo tan
siquiera imaginarlo sin que el corazón se me encoja y el vello se me erice. Tú
eres mi patria, mi hogar, mi amor y mi vida.
No es mi muerte a la que temo, es a la tuya. Temo
a la nostalgia que sentiré una vez mi patria parta de mí y no al revés; ya no
tendré refugio al que volver cada noche, ni sonrisas que calienten mi alma. La
luz que ilumina cada estancia desaparecerá… Ya no tendré esa dulce nana que
calma mis pesadillas con brazos mecedores. La calma que invade ahora mi vida
será sustituida por el caos y la destrucción. Los recuerdos comenzarán a
difuminarse de la misma manera en la que tus ojos azules se confunden con el
cielo o con el mar. No, Laura, no temo al día de mi muerte, porque si tú te vas
primero habré muerto en vida. Soy egoísta, lo sé, hablo de tu muerte como si no
fueses tú la mayor damnificada, pero tú ya no puedes sentir, mi dulce Laura.
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