Nuestra canción.

Las primeras notas se mezclan con el aire. La voz comienza a brotar de mi garganta, tenue, tímida, como un cervatillo asustado de ser cazado. Entonces, te veo. Te siento, a mi lado. Como siempre. Y la sonrisa se pinta en esa cara de bobo que sé de sobra que pongo cuando te veo. No puedo evitarlo y me acerco, tu perfume me embriaga, tu  voz me transporta a otro lugar. Ya solo estamos tu y yo, nadie nos escucha y la melodía que estamos creando es solo nuestra. Ya no siento mariposas en el estómago, siento leones devorándome por dentro, rugiendo, reclamando el alimento que solo tus labios pueden proporcionarles. Ya no puedo mirar a ningún otro lugar. Me importa poco si estoy quedando como un idiota, solo quiero mirarte, tocarte, cantarte. Quedarme para siempre a tu lado. Esta melodía  es mi nueva banda sonora favorita, la que ameniza el momento en el que me enamoro de ti. O, tal vez, solo ameniza el momento en el que me doy cuenta de que ya no hay marcha atrás, eres la canción que no puedo quitarme de la cabeza, mi canción. Nuestra canción.


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