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Mostrando entradas de mayo, 2017

MAPA

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Representación geográfica de la Tierra o parte de ella en una superficie plana. No quiero mapas, me gusta perderme. Perderme entre océanos de libros o mareas de canciones. Perderme por las calles y descubrir nuevos lugares, rincones ocultos y secretos, hacerlos míos. Me gusta perderme entre la gente, no conocer a nadie y a la vez sentirme parte de su mundo. Recorrer de norte a sur, de este a oeste el paraíso hasta que no sepa donde está el sol. Perderme entre tus manos y ahí si que ya nunca encontrarme. Porque me gusta perderme y respirar el dulce aroma de la felicidad que destila tu sonrisa. Sí, me gusta perderme para a veces hallarme en los lugares más inesperados, en los gestos más genuinos. Perderme y volverme a perder, porque la vida con reglas es más aburrida, los mapas están demasiado delimitados y mis pasos tambaleantes tienden a cambiar de dirección cuando reconocen sus propias huellas.

SIETE

Número natural que sigue al seis. El reloj de la pared sur goteaba las horas como un grifo mal cerrado. Chop. Chop. Chop . Lenta y agónicamente los minutos se sucedían uno tras otro sin llegar nunca la aguja pequeña a rozar el número siete. Daniela se sentaba todas las tardes frente al gran reloj de la estación de tren con la esperanza de que diese las siete, pero en los cinco años que llevaba haciendo esta rutina jamás había sucedido. El número estaba allí, era imposible saltar del seis al ocho sin pasar por el siete y, sin embargo, sucedía. Lo que Daniela no veía era como el tiempo y el mundo se paraba a su alrededor justo antes de dar las siete de la tarde, como una figura esbelta y vestida elegantemente se aproximaba a ella, como le acariciaba dulcemente la mejilla con su mano y como le leía sus pasajes favoritos de aquel libro que la había visto crecer. Daniela nunca sabría que aquella hora que creía maldita era el único nexo de unión que le quedaba con su padre, fallecido c

TRANSITORIO

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Pasajero, temporal. Tendemos a aceptar el amor que otros deciden darnos sin tener en cuenta ni la calidad ni la cantidad del mismo. A veces, deberíamos preguntarnos a nosotros mismos si es suficiente y justo recibir tanto, o tan poco, a cambio de lo que nosotros aportamos. A veces, deberíamos preguntarnos donde queda aquel amor romántico de las películas en blanco y negro, ese amor que nos hizo suspirar y que, en alguna ocasión, nos hizo soñar despiertos. A veces, y tal vez solo a veces, deberíamos preguntarnos si la ilusoria realidad en la que vivimos ha sido creada por amor puro y genuino y no por expectativas erradas hacia personas equivocadas. Supongo que cuando estamos enamorados pensamos poco y actuamos más, lo que nos conduce a la locura transitoria propia de los amantes locos.

SILVESTRE

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Agreste, no cultivado. Las hojas de los árboles creaban una melodía monótona a medida que caían al suelo. Los pájaros alimentaban el aire con su canto y el riachuelo que atravesaba el bosque de cabo a rabo humedecía el ambiente aportando una frescura reparadora a todo aquel que decidiese pasear por allí. Miranda salía a correr tomando como punto de partida la casa de su hermana gemela, situada en un lateral del bosque, desde que se había mudado a vivir en ella. A pesar de llevar más de seis meses viviendo en la propiedad, seguía sin sentirla como propia. En el testamento de su hermana la única beneficiaria había sido ella, cosa que a su recién estrenado cuñado no le había hecho ninguna gracia. Miranda siempre había estado convencida de que se había casado con su hermana por su dinero y su éxito empresarial. El dinero antes que los sentimientos,  pensó. En el testamento, solo había una condición para que la propiedad no pasase de sus manos a las de su cuñado: que Miranda vi

FOCOS

Lámpara eléctrica de luz muy potente concentrada en una dirección. Luces. Cámara. Estamos en el aire. Los focos iluminan la extremadamente maquillada cara de la estrella televisiva. Una gota de sudor cae por su frente como muestra de que hasta los curtidos en mil batallas televisadas tienden a estar nerviosos en las citas importantes. Cuando el programa termina sale pavoneándose como si fuese el último hombre sobre el planeta, autoconvenciéndose de un atractivo desaparecido mil años atrás, sonriendo a las dos admiradoras de avanzada edad que lo esperan a la salida. Camina hacia la oscuridad del aparcamiento reservado y a medida que se adentra la gota de sudor provocada por el nerviosismo comienza a ser sustituida por lágrimas. Se pregunta qué ha pasado y cómo  un hombre que se iba a comer el mundo ha terminado siendo un don nadie demasiado acostumbrado a la mentira. Tan acostumbrado, que ya no sabe reconocer cuando se miente a sí mismo y cuando se dice la verdad. Sorbe las lágrim

MIRADA

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Modo de mirar, expresión de los ojos. Una mirada pesa más que mil palabras, porque se incrusta en la piel, e incluso en el alma, hasta que otra con mayor significado consigue borrarla. Las palabras se las lleva el viento y tienden a estar plagadas de adornos. Otras veces callan más de lo que hablan dejándote con la sensación de que el silencio cuenta más verdades que la boca que las calla. Sin embargo, una mirada es genuina, incontrolable, voraz y sincera. Hay miradas que sanan cualquier herida por profunda que sea. Miradas que regalan años de vida, sonrisas... Las miradas son besos al alma, porque las mentiras no se reflejan en los ojos y si los ojos del mentiroso mienten acorde, corre. Corre lejos.

RIESGO

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Situación en la que puede darse esa posibilidad. Inténtalo. Inténtalo todo. No dejes nada atrás. No permitas que nadie te diga que no puedes hacerlo, que ese no es tu lugar, que se te queda grande o que no vales para ello. Hazlo, arriésgate. El riesgo siempre merece la pena, porque el fracaso es relativo. Puede que no logres la meta, pero siempre conseguirás puntos de experiencia en el juego de la vida. ¿Y qué vale más que la experiencia? Nada. Porque la vida es un cúmulo de experiencias de las que extraes una enseñanza. Mediante la experiencia avanzas y sin avance nada tiene sentido. Por eso debes arriesgar. Tal vez, esa mirada que te sedujo y que temes que solo haya sido un sueño comprenda un mundo nuevo, un mundo mejor. Tal vez, el miedo que tú sientes lo sienta también la otra persona y los dos estéis parados en un línea continua que no se desvía hacia su trayectoria correcta. Tal vez tus sueños, todas esas metas e ilusiones que una vez te creaste estén a un riesgo de distanc