El ingrediente secreto
"En lo alto de aquella colina hallarás el ingrediente que te falta". Esas fueron sus palabras, segundos después con aquella sonrisa enigmática todavía en los labios, exhaló su último suspiro. Mis lágrimas mudas suplicaban a gritos que no me dejase. Sin embargo, ni la fuente de la eterna juventud podría en esta ocasión obrar un milagro y vencer al paso del tiempo. Ángel me había abandonado con ciento dos años, una proeza no al alcance de muchos, sobre todo teniendo en cuenta que jamás dio muestras de que el paso de los años le pesase. Sin mujer, hijos o cualquier rescoldo de familia que se preocupase por él, yo, su protegida, su hija adoptada, aquella a la que salvó del frío y la nieve una noche de diciembre en la que mis desgraciados progenitores decidieron abandonarme, era todo lo que tenía. No obstante, Ángel nunca pareció necesitar más. Me había inculcado sus principios y su amor por la vida y había intentado matar la melancolía que asolaba mi alma; melancolía provocada, tal vez, por el desconocimiento de saber quien era realmente, de donde procedía, pero sobre todo, el porqué de mi abandono.
Ángel me ayudó con su alma bondadosa y generosidad desmedida a entender que la felicidad estaba al alcance de mi mano, solo tenía que tomarla. Cuando era pequeña solía decirme que él conocía la receta de la felicidad, pero que solo llegado el momento me revelaría el ingrediente secreto para que yo misma pudiera elaborarla. Supongo que el día de su muerte era ese momento oportuno y ahora aquí me hallo, en lo alto de aquellas colinas a las que mi adorado ángel de la guarda me envió para recoger el ingrediente secreto.
Ahora lo entiendo, Ángel. Ahora lo entiendo todo.
Increíble!!Muy reconfortable en momentos difíciles! ���� Hacía unos días que no me pasaba pero ya no dejaré de hacerlo. Muchas felicidades!!
ResponderEliminarMuchas gracias, seas quien seas. Bienvenidx eres siempre que lo desees.
Eliminar¡Nos leemos! 😉
Son palabras que sin duda desprenden fortaleza y son reconfortantes Besos!!!
ResponderEliminarMe alegro!! Un saludo
EliminarMuy bueno. La felicidad no solo se consigue por lo material ni en una vida alocada. Hay que mirar mas para arriba. Ver el sol, los arboles, la luna, algun ave que pasa. Mi abuelo se llamaba angel. Solo que murio a los 74 años
ResponderEliminarTe mando un abrazo
Tienes razón, la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas.
ResponderEliminarUn abrazo para ti también, Gustavo.
Gracias por leerme. Un saludo :)