Me ha costado

Me ha costado darme cuenta de a qué se referían. Me ha costado abrir los ojos para ver quien quería realmente protegerme o, simplemente, ver quien realmente me quería. Me ha costado mirarte a los ojos y saber que eres todo lo que no debo querer. Me ha costado darme cuenta de que es demasiado tarde para recular. Me ha costado reconocer que mi mundo se desmorona donde terminan tus pies. Me ha costado asimilar  que cuando te metes debajo de la piel es inevitable convertirte en enfermedad. Me ha costado aceptar que el amor es dar y recibir, no solo dar. Me ha costado quererte en medio de una guerra y, no obstante, sigo haciéndolo. Me ha costado querer de nuevo porque cuando lo hago entrego la vida en el proceso y ya he muerto demasiadas veces. Me cuesta el simple hecho de no quererte, porque se vuelve imposible no hacerlo cuando tu sonrisa se convierte en la única fuente de luz en mi penumbra.

Comentarios

Entradas populares de este blog

PROFANAR

No me pierdas.

Arena.